lunes, 29 de octubre de 2012

INTRODUCCION AL CONECTIVISMO DE - DOWN JONES


o. Saber y no saber (Fenómenos en cascada)

Pero ¿en qué basamos el conocimiento público? ¿Cuál es el proceso de interpretación y reconocimiento por el cual, por ejemplo, aceptamos la teoría de la gravedad y rechazamos las historias sobre platillos voladores? ¿Qué hace a cierto conocimiento parte del “conocimiento social” y a otros conocimientos (¿apenas?) conocimiento personal? ¿Por qué una comunidad aceptaría algunas cosas como “conocidas” y no otras?
El conocimiento es un fenómeno de red, “saber” algo es estar organizado de una cierta manera, es exhibir patrones de conectividad. “Aprender” es la adquisición de ciertos patrones. Esto es tan cierto para una comunidad como lo es para un individuo. Pero debería ser evidente que la mera organización no es el único determinante de lo que constituye, si se quiere, conocimiento “bueno” en lugar de conocimiento “malo” (o “falso”).
Considere el conocimiento público. Las personas se agrupan en comunidades, desarrollan un lenguaje común y lazos sociales, y luego proceden a invadir Europa, a cometer suicidio en masa o a privarse de comida hasta la muerte. El conocimiento personal no es un contrapeso fiable para esto. Las personas parecen estar tan inclinadas a internalizar tanto lo disfuncional como lo útil, tanto lo auto-destructivo como lo inspirador.
Estos son ejemplos de fenómenos en cascada. Una señal se propaga de una entidad en la red a la siguiente y a la siguiente, aparentemente sin límites, hasta que llega a cada entidad de la red. Estos fenómenos existen también en el mundo natural: la difusión de la plaga a través de la sociedad medieval, la falla de una central hidroeléctrica tras otra en un apagón, las burbujas en el mercado de valores.  Los fenómenos en cascada son difíciles de explicar en un sentido y, en otro sentido, engañosamente simples#.
El sentido en el que son fáciles de explicar es matemático. Si una señal tiene más de una ocasión uniforme de propagarse de una entidad en la red a la siguiente y si la red está completamente conectada, entonces la señal se propagará eventualmente a todas las entidades en la red. La velocidad a la que ocurre este proceso es una propiedad de la conectividad de la red. En (algunas) redes aleatorias y libres de escala, se necesitan muy pocas conexiones para saltar de un lado de la red al otro. Los fenómenos en cascada se propagan con mucha rapidez a través de redes densamente conectadas.
El sentido en el que son difíciles de explicar se relaciona con la pregunta de por qué existen. Dada la naturaleza destructiva de los fenómenos en cascada, tendría más sentido dejar entidades en la red sin conexión (así como Newton escapó de la plaga aislándose). Eliminar todas las conexiones evitaría los fenómenos en cascada. Sin embargo, también impediría cualquier posibilidad de conocimiento humano, cualquier posibilidad de una sociedad conocedora#.

Traducción del artículo Diego Leal

Leyendo este artículo, se me viene a la mente un comentario que sale siempre en cualquier ocnversación, ya sea de fútbol, política, educación, etc. HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA.


Pero yo me pregunto, la persona que tiene un buen uso de razón o que puede ver, y superar las situaciones díficiles, ¿cual es el problema de que desde le momento que aparece una red esto sea algo malo? En definitiva uno puede aprender más de las cosas malas que de las buenas. El que hayan consas malas en una red, es lo que nos lleva a diferenciar las propuestas.
La conectividad en red, nos obliga a estar mucho más atentos a los usos que se le dá. A ver cual es la mejor manera de aplicarla. Pero siempre buscando pensar en positivo. El ser humano siempre está dispuesto a los pensamientos negativos, a decir todo lo negativo, y nos cuesta orrores elogiar lo bueno de las personas y de las cosas.

Pensemos que podemos aplicar la conectividad en red para obtener muy buenos logros. Para aprender juntos aunque estemos en los extremos de la tierra. Porque en definitiva la concectividad en red la hacemos nosotros, y la dominamos nosotros. Y debemos dominarla nosotros, y no dejar de que ella nos domine. Nosotros todos somos los que debemos garantizar su buen uso. Y debemos también siempre tratar de ver un poco más allá, para ver su alcance. Y de esta manera prevenir las malas intenciones.


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